Creative Commons por sean dreilinger usado bajo CC BY-NC-SA 2.0

1 de Mayo y el Teletrabajo

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[Creative Commons por sean dreilinger usado bajo CC BY-NC-SA 2.0]

Compañeras / Compañeros,

Este 1 de mayo de 2020 será muy diferente a los que venimos celebrando.

Podríamos volver a explicaros la historia del Primero de Mayo (Origen del 1 de mayo: ¿qué conmemoramos en esta fecha?), pero a estas alturas seguro que conoces sobradamente su origen y, dada la tesitura, preferimos hablaros de la modalidad de trabajo que tanta relevancia está cogiendo recientemente, debido a la situación de confinamiento en la que nos encontramos: el teletrabajo.

Las empresas de este país siempre han abogado con la presencia física en las oficinas, temiendo que implantar el trabajo a distancia a gran escala pudiera suponer un descalabro en los niveles de producción, imaginando a sus plantillas pasando el día en pijama mientras jugaban a la consola o dormían la siesta.

Debido al confinamiento, se han visto obligadas a implantarlo para todo el personal que pudiera realizar sus tareas de manera remota y… ¡sorpresa! Aunque sea desde la comodidad de nuestros pijamas, los primeros datos sugieren que la productividad ha aumentado.

El problema es que no solo aumenta la productividad sino también el número de horas trabajadas. Recientes estudios hablan de un incremento de hasta 2 horas diarias de teletrabajo durante la cuarentena: El teletrabajo en cuarentena añade dos horas extra a la jornada laboral

Analicemos algunos pros y contras del trabajo a distancia.

Por una parte, el teletrabajo conlleva numerosos beneficios tanto para la empresa como para el trabajador.

Las empresas amortizan puestos de trabajo: requieren de menos metros cuadrados para dar cabida a sus plantillas, lo que también significa un ahorro importante en cuanto a los suministros (luz, agua…) y también supone un ahorro en mobiliario, mantenimiento, limpieza…

Las plantillas también valoran muy positivamente algunos de los beneficios que les aporta el teletrabajo: ahorro en desplazamientos, tanto en tiempo como en dinero, mayor facilidad para conciliar (al menos a priori), más horas de sueño, mayor comodidad…

Ahora bien, hay que tener presente, que el teletrabajo puede conllevar también numerosos inconvenientes y perjuicios para el trabajador, si no se aplica correctamente.

Según un estudio de Bloomberg: “Después de un mes y medio, la gente está sobrecargada de trabajo, estresada y ansiosa por volver a la oficina”.

Una encuesta realizada por Eagle Hill Consulting a mil empleados estadounidenses, concluía que el 45% de su plantilla estaba agotada y casi la mitad atribuyó su fatiga a una mayor carga de trabajo, la falta de comunicación y de apoyo por parte de su empleador, a la vez que al desafío de hacer malabares con la vida personal y profesional.

La falta de socialización directa con los compañeros y compañeras puede perjudicar al nivel anímico de las personas. Es fácil dejar de arreglarse, y trabajar en pijama no hace que suba tu nivel de autoestima precisamente. Pero la lista de inconvenientes no acaba aquí.

No todo el mundo dispone de un espacio adecuado y fijo para teletrabajar.

No suele haber una evaluación del puesto de trabajo por parte de la empresa, para asegurar que se cumple con la LPRL (Ley de Prevención de Riesgos Laborales), con lo cual es fácil no tener una buena iluminación, una silla ergonómica o una mesa a la altura adecuada. Todo esto puede provocar problemas para nuestra salud.

Se difuminan enormemente los límites horarios entre el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso. (Por ejemplo, un trabajador afirmaba que tenía que ponerse una alarma para acordarse de comer). Lo mismo ocurre con los límites físicos, puesto se utiliza un mismo espacio para ambas actividades.

Los teletrabajadores suelen presentar con más frecuencia emociones como irritabilidad, soledad, miedo y culpa. Son más vulnerables ante trastornos de estrés y ansiedad frente a los trabajadores presenciales”, según un estudio publicado en la New Technology Work and Employment.

 

Os recomendamos la lectura del art. 13 del Estatuto de los Trabajadores, para que veáis la escueta regulación que tiene el trabajo a distancia. Básicamente iguala los derechos de las personas que realizan teletrabajo con las que lo hacen presencialmente y poco más.

A no ser que tu empresa mejore lo que la ley ofrece, teletrabajar supone hacerte cargo de un incremento que puede resultar importante de tu factura de la luz, agua, calefacción…

Nuestro Convenio sectorial de las TIC (firmado por los sindicatos mayoritarios) ni siquiera menciona el trabajo a distancia.

Red sindical TIC consideramos imprescindible que el teletrabajo quede muy bien regulado en nuestro próximo convenio sectorial, porque sobretodo en nuestro sector, habrá un antes y un después del confinamiento, en lo que se refiere a esta modalidad de trabajo.