Se calcula que, antes de la pandemia, el teletrabajo era ejercido por un 5% de las personas trabajadoras de forma ocasional o continua en España. Esta cifra ha aumentado hasta el 30% a finales del 2022. Este gran incremento, debido a la pandemia, provocó que en el año 2021 se creara la Ley del Trabajo a Distancia.
Actualmente el trabajo a distancia es una opción laboral que ha llegado, aparentemente, para establecerse en la gran mayoría de las empresas debido a que su aplicación resulta beneficiosa tanto para las personas trabajadoras como para las empresas que lo escogen.
Para la persona trabajadora:
- Aumenta la productividad.
- Ahorro en transporte.
- Alimentación más económica y saludable.
- Flexibilidad horaria.
- Mayor facilidad para conciliar la vida laboral con la personal y familiar.
Para el empresario:
- Digitalización de la plantilla.
- Reducción de gastos de empresa.
- Una mayor productividad.
- Atracción de talento.
- Mayor compromiso personal de la persona trabajadora.
Pero hoy, en el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, creemos importante recordar a todas las personas trabajadoras del sector TIC algunos de los problemas derivados de esta modalidad de trabajo o al menos en la versión del 100% tal y como ya detallaba el INSSBT en su Nota de Prevención 1123 del año 2018. Y que, a pesar de haber evolucionado las herramientas que se proporcionan, todavía permanecen en los estudios realizados a día de hoy.
- Prolongación de la jornada laboral (antes de su comienzo o al finalizar la misma) y realización del trabajo en horarios inusuales (noche, fin de semana, etc.) debido a la conectividad permanente.
- Dificultad de conciliar la vida familiar y laboral, debido a la difuminación de las barreras entre el tiempo de trabajo y de descanso.
- Tareas no previstas facilitadas que pueden prolongar la jornada laboral.
- Asincronismo temporal para interactuar con otras personas trabajadoras ubicados en países con diferentes franjas horarias, lo que incide en la jornada laboral, prolongando o adelantando el comienzo de la misma.
- Dificultad para planificar el trabajo y controlar el ritmo de trabajo, pausas, etc. debido a la inmediatez de respuesta y la intensificación del mismo.
- Sobrecarga de trabajo cognitiva potenciada por la sensación de urgencia en la inmediatez de respuesta.
- Disminución del tiempo de descanso mental y físico necesarios para la recuperación de la persona trabajadora debido a la prolongación del tiempo de trabajo que propicia la conectividad permanente, solapándose con el tiempo de ocio y de descanso.
- Monitorización impersonal del trabajado realizado por las personas trabajadoras remotas, basada en el recuento numérico sobre el cumplimiento de objetivos fijados y no en la calidad del trabajo realizado y/o en el control de la persona trabajadora (monitorizando las interacciones con el teclado o ratón, uso del correo electrónico, etc.) en lugar del trabajo realizado.
- Realización del trabajo en el hogar sin espacios previstos o adecuados para ello.
Adjuntamos el estudio realizado por Quirónprevención donde se detalla el estudio realizado en el año 2022.