Hemos querido dar título a este artículo con esa frase tan shakesperiana (“Algo apesta en Dinamarca”; Hamlet, Acto I Escena IV) porque, realmente, algo huele mal en el ERE de Indra Soluciones T.I., más allá del propio ERE en sí.
En artículos previos, desde RSTIC, ya hemos denunciado la no justificación del ERE de Indra, fruto más de dudosas prácticas financieras, que de una mala situación de la compañía.
El pasado 31 de enero se llevaron a cabo los últimos despidos relacionados con ese ERE. Ha sido en ese momento cuando los representantes de los trabajadores hemos conseguido obtener la lista definitiva de personas afectadas (algo totalmente inusual en este tipo de procesos). Ello nos ha permitido hacer parte del análisis que debería haber estado haciendo la inoperante comisión de seguimiento del ERE (motivo por el que uno de los propios sindicatos firmantes, USO, ya interpuso una demanda).
Igual que ocurre cuando te acercas al cadáver de un animal que lleva varios días expuesto al sol, un primer análisis ya produce un hedor que resulta ofensivo:
De 580 trabajadoras y trabajadores afectados por el ERE,
62 son delegadas y delegados de Comité de Empresa o de personal,
lo que supone un 11% del total de afectados
Resulta evidente que este porcentaje es, a todas luces, exagerado. Ello hace suponer unas prácticas antisindicales encubiertas en el ERE y que, ya de por sí, deberían inhabilitarlo. Lo que resulta especialmente vergonzoso es que esto se dé en una empresa en la que el Estado forma parte importante del accionariado, en un momento en el que los dos partidos que comparten el gobierno dicen ser de izquierdas. Nos gustaría recibir explicaciones por su parte.
Si hacemos un análisis más en profundidad, igual que ocurriría al abrir el animal expuesto al sol que comentábamos antes, empieza a asomar putrefacción y gusanos, y la pestilencia ya se vuelve insoportable. Para explicarlo nos basaremos en el cuadro anexo.
Representación Legal de los trabajadores afectada por el ERE
Como puede verse, el nivel de afectación del ERE entre los sindicatos firmantes (CCOO, UGT, USO/USOC y ASIT) es menor que en el resto. Escandalosa es la afectación de CGT y COBAS. Aunque, en principio RSTIC no se ve afectado por el ERE, esa no es la situación real, ya que estos datos están basados en la pertenencia “oficial” de los delegados afectados. La realidad es que, de los 8 representantes despedidos de CCOO, 4 son personas fundadoras de RSTIC que mantenían su puesto de delegado o delegada hasta que se convocaran elecciones y pudieran presentarse por nuestro sindicato. Ello haría variar la afectación en despidos de RSTIC a un 30% y reducir la afectación de CCOO a un 3% de las respectivas RLTs.
Aunque la afectación de USO y ASIT es mayor que la de CCOO y UGT, recordemos que estos dos sindicatos no estaban originalmente entre los firmantes del ERE y que se adhirieron cuando el acuerdo ya estaba firmado por estos dos últimos.
Resulta especialmente relevante que a los 4 miembros de RSTIC no se les comunicó el despido hasta la última semana del ERE ¿Estaban en la lista original o ha sido una decisión de última hora como venganza por la demanda que hemos presentado en la Audiencia Nacional en contra del ERE?
Con estos números, la sospecha lógica es que los principales firmantes del pacto han aprovechado el ERE para deshacerse de parte de la competencia. Es algo que nos cuesta mucho creer porque, de ser cierto, indicaría que los dos sindicatos mayoritarios de este país, por intereses partidistas, se han puesto de acuerdo con la patronal para deshacerse de personas que dedicaban parte de su tiempo a defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Indra. Eso supondría una traición en toda regla a las personas que dicen defender. Se trataría de una muestra más de la podredumbre y degeneración de los sindicatos “clásicos” que ocasionó que nos decidiéramos a fundar RSTIC. Y sí… apesta.