Este 25 de mayo se han cumplido 6 años de la publicación en el BOE de la constitución de RSTIC. Han sido 6 años de un trabajo intenso y constante con el objetivo de defender los intereses de las trabajadoras y trabajadores del sector TIC. Podemos decir que, hasta la fecha, este esfuerzo se está viendo reflejado en el crecimiento que poco a poco estamos consiguiendo y que, en estos momentos, nos sitúa como el tercer sindicato del sector en Catalunya y el quinto en el conjunto del Estado.
Nuestro crecimiento no está siendo bien visto por otros sindicatos, que nos consideran una amenaza para sus intereses particulares. Por ese motivo, a lo largo de este tiempo hemos sido objeto de muchas críticas infundadas, bulos y difamaciones. Queremos aprovechar nuestro sexto aniversario para desmentir en este artículo algunas de ellas.
. – Se nos ha acusado de ser una escisión de otros sindicatos provocada por interés personal.
Nada más lejos de la realidad. Es cierto que los fundadores de RSTIC proveníamos en la mayoría de otros sindicatos. Pero el motivo de su fundación no era otro que el hartazgo que nos provocaba que los intereses de los trabajadores de las TIC no fueran bien defendidos por las personas que lo estaban haciendo, que, en algunos casos, ni tan siquiera pertenecían al sector.
Nos preguntamos qué interés personal puede ver alguien en la pertenencia a un sindicato que no tiene “poltronas” y en la que, a diferencia de otros, ningún miembro cobra por la dedicación al mismo. Cualquier afiliado puede postularse para participar y trabajar en lo que más le interese, siempre sabiendo que lo primero es el interés colectivo de los Trabajadores de las TIC y que este esfuerzo será simplemente compensado por la satisfacción personal del resultado conseguido.
. – Como RSTIC se fundó en Barcelona es un sindicato independentista.
Es una realidad que RSTIC se fundó y tiene su sede social en Barcelona, a partir de aquí, cualquier asociación política al respecto es gratuita y una falsedad interesada.
Desde sus inicios, Red Sindical TIC se fundó como sindicato ESTATAL, con la intención de defender los intereses laborales del sector TIC en el ámbito nacional.
Desde el primer momento los fundadores tuvimos claro que nuestra función debía ser sindical y no política y así se encuentra definido en nuestros principios fundacionales y estatutos.
A día de hoy tenemos la mayoría de los afiliados y delegados en Cataluña, pero también en Andalucía, Aragón, Asturias, Madrid, Murcia, Euskadi y Comunidad Valenciana.
Solo podemos decir que nuestros actos nos avalan.
. – RSTIC no es transparente con la información económica del sindicato.
A día de hoy RSTIC se financia única y exclusivamente por las cuotas de nuestros afiliados y, por lo tanto, es con ellos con quien tenemos la obligación de ser transparentes y ellos tienen el derecho a exigir que lo seamos. Toda nuestra afiliación recibe anualmente, con motivo de la Asamblea General, un informe de la actividad del sindicato que incluye las cuentas anuales y presupuesto para el siguiente año y que deben ser aprobados por la Asamblea. Ese informe incluye el detalle de todos los ingresos recibidos y en que nos lo hemos gastado, hasta el último céntimo de euro.
Como sindicato no renunciamos a las posibles subvenciones públicas a las que podamos tener legalmente acceso. Pero eso es una fuente de ingresos de la que no hemos hecho uso. Si algún día se da la circunstancia de que recibamos dinero público, tenemos perfectamente asumido que ese dinero proviene de los impuestos de todas las trabajadores y trabajadores de este país y que, por lo tanto, todo el mundo tiene derecho a conocer cuánto recibimos y en que nos lo gastamos. Si ese hecho se da no dudaremos en hacer completamente pública esa información.
Por otro lado, y a diferencia de otros sindicatos, nuestros Estatutos prohíben explícitamente recibir dinero de empresas, con el fin de mantener nuestra independencia.
. – Cuando se producen movilizaciones para mejorar las condiciones laborales RSTIC se queda callado y no hace nada/RSTIC es un sindicato amarillo que no se enfrenta a la dirección de las empresas.
Nos consideramos un sindicato serio y responsable. No son pocas las veces, en estos 6 años de existencia, en la que hemos liderado acciones en defensa de los derechos laborales, pero en todos esos casos hay un denominador común: el tener unos objetivos realistas que supusieran realmente una mejora de las condiciones de las plantillas o impidieran una vulneración de sus derechos. Y en eso opinamos que debemos usar todas las armas posibles.
Lo que nunca haremos es plantear movilizaciones por el simple hecho de darnos notoriedad y que demos una imagen de cara a la galería de que somos un sindicato combativo. Nosotros buscamos conseguir resultados. Los sindicatos no tenemos muchas armas para ello, pero en no pocas ocasiones su uso requiere discreción y un trabajo lento y constante. Para nosotros es más importante que lleguemos a la meta que no que se nos vea haciendo el camino.
Entre esas armas, una huelga es el último recurso. En primer lugar, porque una huelga supone un perjuicio económico para quien la secunda, y, por ello, el objetivo a alcanzar debe ser posible y compensar ese perjuicio. Promesas imposibles de conseguir, solo provocan descontento y desconfianza de los Trabajadores hacia los sindicatos.
En segundo lugar, y no menos importante: una huelga debe estar muy bien planificada y, si se lleva a cabo, hacerse asegurando un seguimiento mínimo. No hay nada peor en un pulso con la empresa que convocar una huelga que no tenga seguimiento, porque eso nos deja, a sindicatos y Trabajadores, en una posición de debilidad a la hora de negociar.
Por otro lado, y a colación del tema de la convocatoria de una huelga, se dan casos en que los sindicatos la convocan y luego sus propios delegados simulan hacerla no yendo a trabajar haciendo uso de las horas sindicales. Eso es vergonzoso, inmoral y, a todas luces, un uso fraudulento de esas horas. Las horas sindicales tienen claramente definido su objetivo y este no es aprovecharlas en un beneficio personal. Dedicarlas a algo que no sea la defensa y mejora de los derechos laborales es una malversación. En RSTIC somos muy conscientes de este hecho y por eso nuestros Estatutos recogen que el uso fraudulento de las horas sindicales supone la expulsión del sindicato.
Con todas estas aclaraciones no queremos decir que en RSTIC no nos equivoquemos. Somos humanos y, como tal, estamos sujetos a cometer errores. Intentamos ser críticos con nosotros mismos y aceptamos las críticas que se nos puedan hacer. Pero ojo, siempre que tengan una base bien fundada. Lo que no aceptaremos nunca son las críticas basadas en bulos y patrañas, originadas por la simple envidia o antagonismo por pérdidas de cuotas de poder.
La labor sindical requiere dedicación, constancia y compromiso y no está exenta de vicios y tentaciones para desviarse del camino. No es fácil. Los que componemos RSTIC procuramos tener eso claro y no caer en los vicios y actitudes que han llevado a que el sindicalismo tenga mala imagen para mucha gente. En estos 6 años hemos conseguido que poco a poco el número de personas que depositan su confianza en nosotros vaya en aumento. Haremos todo lo posible para que ese número aumente y para no defraudar a los que ya la han depositado.